miércoles, 21 de diciembre de 2011


¡Joder, otra vez he vuelto a perder mi nombre! Quiero que alguien me ayude a encontrarlo, se deletrea con las letras de nostalgia y anda con apatía, se escribe con faltas de ortografía y al pronunciarlo adquiere cierta sonoridad a música de Chopin. Andará vagando sin rumbo, el pobre, nunca se le dieron bien las coordenadas, pero no es partidario del cautiverio, por eso cuando tiene la más mínima oportunidad se escapa, y te va buscando por la ciudad, para entrelazar sus letras con tu nombre, que es más obediente, y siempre se queda pegado a ti. A veces dialoga con los versos escritos con tiza sobre las aceras, versos infinitos que cuentan historias de jóvenes que se amaron en las  mismas calles que ahora pisaba, y eso le hacía tener incluso más ganas de buscarte. Pero estoy harta de su rebeldía, de que cuando me pregunten que quien soy no saber responder porque mi nombre se ha perdido, de que luego venga contándome cosas absurdas y fantásticas, se acabó, en cuanto lo encuentre no le dejaré escaparse más.

2 comentarios:

  1. JAJAJA Me he emocionado y todo cuando he visto lo de "A visitor from Ponferrada, Castilla y León".


    Sí, soy así de infantil, ¿pasa algo?

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  2. Si quieres que realmente tu nombre sea tuyo, déjalo libre, que se escape las veces que quiera...luego siempre volverá a ti, con la misma libertad con que se ha ido.

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