domingo, 18 de diciembre de 2011


En esa pequeña habitación le contaste nerviosa todas tus aventuras en los últimos meses, algún beso furtivo en las noches de discoteca, y paseos en moto por la ciudad “¡Cómo en A tres metros sobre el cielo!” Ante esa afirmación te miró con desdén, pero dejó que continuarás  tus historias, y al terminar le preguntaste “Y tú ¿no tienes a nadie?” Esa era la pregunta, la pregunta clave, al principio se sintió algo frustrada, estando a tan pocos kilómetros de la persona que una vez quiso, pero luego pensó que a Ella no le gustaban los paseos en moto, que le daban miedo, y que estaría más segura andando, sola.

No hay comentarios:

Publicar un comentario