miércoles, 21 de octubre de 2015

hoy raquel va a escribir

He asociado el frío a la tristeza
después de dejarme a mi misma
rota por toda la ciudad,
terminando de agrietarme
entre altas columnas amarillas.
Hoy, de pie,
noviembre me abofeteó la cara,
y quise hacer mi propio iglú
bajo las mantas.
Cuanto me jode
no poder ver todas las noches
la luna desde mi ventana.
Quise alargar todas mis extremidades,
y poder rozar lo que no tengo a mi alcance,
y tanto lo quise,
que más me encogí,
yo, pequeña,
engullida por lo abstracto del tiempo,
aplastada por dos agujas invisibles,
construidas por otros.
Me voy secando de la cabeza a los pies,
y lo único que quiero es enredarme de nuevo.
Tengo miedo de dejar de saltar
de casualidad en casualidad
por si no encuentro mi camino de callados.
Vivir envuelta en esta euforia,
que las ideas me las riegue la lluvia,
gritar hasta que mi voz
no sea ya ni un quejido.
Si, ver los elefantes,
pero de lejos,
que no quiero
quedarme sorda con sus pisadas.
He asociado el frío a la tristeza,
porque casi me echo a andar,
pero me dio tanto miedo,
que preferí sentir soledad en un abrazo.
Poco a poco me vuelvo a armar,
a amarrar,
a entrelazar,
y nado a estilo mariposa
por la voz más bonita del mundo.
Que yo, el frío lo asocio a la tristeza,  pero hace tiempo que mis ojos empezaron a brillar.

1 comentario: