Basta el vuelo de una polilla
y lo prometo
esto no es una mamarrachada poética
soy yo
toda yo
cuando el trueno que llevo dentro
se disipa
con el simple vuelo de una polilla.
No importa que por dentro
todas las cosechas se hayan quemado
o que no haya playas
o que solo quede el repicar de viejas canciones,
he visto caer torres más altas
y volver a levantarse
desafiando a ese cielo que las tumbó,
y no se
cuanto más alto estoy
más segura me siento
aunque la caída sea devastadora.
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