que reclama muda el roce de tus dedos.
En estas noches en las que el frío abriga mis mantas
me ha sonado la
palabra querer, en eco,
debo dejar de dar vueltas
debo dejar de dar vueltas
porque tu cuerpo ha dejado de guiarme.
Hay gente tonta, y luego vengo yo y mis tropiezos,
infinitos, dolorosos,
aprenderé de ellos, y quizás , llegue a caminar
recta.
No me queda nada,
y las ilusiones se perdieron hace tiempo entre caladas.
Algún día me adentraré en los recuerdos y sabré quien soy
y que quiero,
bueno, ya sé que quiero, te quiero a ti,
y poder respirar tus suspiros.
No hay nada más frustrante que dar amor
y recibir querer,
notar tu sonrisa
y que se aleje hacia otro destino,
da igual, me he acostumbrado a perder,
pero por favor, no te
olvides de sacarme a bailar.
Rubia mía, baila conmigo y sufrirás menos.
ResponderEliminarEs muy fuerte y potente este pensamiento. Me encanta.
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