sábado, 15 de octubre de 2011


Mierda, sí, eso exactamente, mierda, es lo que tiene ahora en su vida, aquella que ha tirado por el precipicio, esa vida que anda sin esperanza, sin rumbo por un noche oscura, sin estrellas, una noche fea, donde la luna es la única que brilla y la alienta a seguir a delante, le susurra al odio que todavía le quedan miles de sueños por cumplir, miles de pasos que dar, pero ahora no sabe ni que pensar.
Quiere derramar lágrimas entre chupitos de absenta, deja el veneno que puebla sus labios en los vasos, no siente, todos los besos le son indiferentes.
Se ahoga, se hunde, mañana será otro día.  

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