sábado, 18 de septiembre de 2010

Lejos

Aquella promesa se había quedado a 3093 kilómetros de distancia, aquella mirada guardada en el recuerdo, palabras perdidas en el tiempo y la distancia. Aún así ella no había perdido la esperanza, tenía la pequeña ilusión de que esa promesa algún día se cumpliría.


Visitar aquel lugar lleno de magia y notas de música ligeramente distorsionadas, donde el sol, siendo el mismo, lucía más naranja, donde las estrellas en las gélidas noches brillaban más de lo normal. Un país con genios de la lámpara y alfombras voladoras.


-El desierto parece un lugar muy romántico –


-Lo es, si algún día vienes a visitarme te llevaré en mi coche y daremos un paseo entre las dunas-


Ahora, el doble, más de nueve mil kilómetros les separaban. Pese a todo, la promesa se cumpliría, no hoy, ni mañana, ni siquiera en un año, pero tenía la certeza de que ella podría ver con sus propios ojos las inmensas dunas del desierto.

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