lunes, 23 de agosto de 2010

Juguemos

Cuatro letras llenas de promesas y de maravillas, de sueños, de besos, de caricias… Cuatro letras que habían inspirado películas y libros, letras que pululaban por el ambiente contaminando las partículas del aire. Cuatro letras que ella tiraba por el sumidero.

AMOR. Ella no creía en el amor, demasiadas historias inconclusas y pocas ganas de escribir. Comenzaría al juego de nuevo, si todos jugaban ella también, total por una partida más…

Y tras llegar a esta conclusión apagó las luces de su habitación y se fue a dormir.

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