domingo, 28 de septiembre de 2014

Retales de las seis de la mañana

Si pudiera escribir un torbenillo,
una ola, un huracán,
arrasaría los sentimientos.
Si cada noche me acostara elevada
y sinuosa
llegaría a ser poeta,
esa es la verdadera musa.
El roce de los dedos
en un objeto que no te pertence,
el bostezo recondito de tu estómago.
A lo que realmente aspiro es a poder besar a la luna.
Ahora cuento más,  y echo menos,
y veo como otros rompen a llover,
y yo río por recordar,
abrazo más y echo menos.
Crecer, tocar techo, seguir creciendo.
Amar,  llegar al intestino,  seguir amando.

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