Ayer subí al punto
más alto sin necesidad de tu aliento.
Estuve recordandote,
recordando todas tus promesas vacías.
Quizás hace tres meses me hubiese gustado hacer ese camino
a tu lado
como lo hicimos por otras calles desconocidas
pero sin nadie de la mano tampoco se está tan mal.
De promesas vacías está el mundo lleno...hasta que de repente, un día de lo más tonto, una mirada, una sonrisa...un gesto cómplice, llama tu atención...y esta vez, son promesas llenas.
ResponderEliminarMe encanta tu blog. Es muy original, lleno de frescura, libre y hermoso.
Pero debes engañarte mil veces hasta de llegar a las verdaderas.
ResponderEliminarMuchas gracias :)