Por el jugueteo de tus dedos cree que tocas algún instrumento,
el piano ¿El bajo quizás? Es seguro que tus manos han recorrido suficientes
espaldas y han afinado muchas cuerdas, que has arrancado melodiosas notas de
labios sin dueño, que se han dejado ir alguna que otra noche, dejando sabor a
cerveza. Prefieres mil veces las noches
a los días, para poder unir los puntos de las estrellas y crear dibujos en el
cielo. Incluso ha visto en tus ojos tus ganas de hacer un viaje hasta allá
arriba, bien lejos, y construir una
pequeña casa de madera que quieres colocar en Plutón, para que no se sintiera
desmerecido al no ser un planeta.
Escondes tu pelo debajo de un sombrero, y andas con pitillos
desgarbados aunque tengas que asistir a un evento de etiqueta, no es que seas
un maleducado, simplemente eres vago, por eso también luces una barba de tres días.
Amas la literatura, Ella lo sabía, te vio con aquel ejemplar
de “Rimas” de Bécquer sobresaliendo de tu mochila. También te gusta escribir,
te delatan las pequeñas frases escritas en casi todos los bordes de las
páginas, frases que solo tienen sentido para ti.
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