Me inspiras y te escribo,
y en cada expiración soy alguien nuevo.
Me inspiras,
Y al expirar me hiela el calor de tu boca.
Tus ojos son de canela,
de limón,
y de menta,
un té de ti con cada mirada.
Mis manos se quiebran, se esconden, se vuelven incluso más pequeñas.
Odio las esperas, impaciencia, impaciencia, IMPACIENCIA.
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