viernes, 6 de abril de 2012


Era la una de la mañana, y Ella, rodeada de mantas, se preguntaba dónde estarías ahora. Le gustaba imaginarte en aquella ciudad mágica llena de leyendas y de historias escondidas en los rincones, no sabía porque, pero en su cabeza encajabas perfectamente entre todo ese bullicio. Pensó que hubiese sido perfecto estar junto a ti, y enamorarte en la verdadera ciudad del amor. Te echaba de menos, que estúpido echarte de menos, pero daba igual, costase lo que costase, no quería renunciar a ti y a la opción de poder tenerte algún día entre sus brazos, aunque cada vez quedase menos tiempo para despedirse.

2 comentarios:

  1. En la verdadera ciudad del amor, el tiempo se detiene, así que no hay que renunciar a tener entre las brazos, a quien amas. Me ha encantado!!!

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  2. Me parece fatal que entre desde mi pueblo y en vez de Cortiguera ponga Ponferrada, ehhhhhh.


    PD. Estoy de acuerdo con Senda en todo.

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