sábado, 14 de mayo de 2011

Muy poco Apolineo

La pasión se definía en el diccionario como apetito o afición vehemente a algo”, ella le tenía pasión a la vida. Deseaba vivir como en un continuo frenesí, la palabra equilibrio, para bien, o para mal, se le escapaba de las manos. No tenía término medio, podía llegar a querer de la manera más desbordada, con deseo, así como de la noche a la mañana podía llegar a odiar la existencia de esa persona. Los sentimientos se le liberaban de forma exagerada, la risa y el llanto, ambos escandalosos. Funcionaba a base de impulsos, de locuras espontaneas, haciendo lo que quería en ese momento. No tenía miedo a arriesgarse, en eso mismo consistía la vida, conseguir llevarla a donde tú quieras, pero para eso tienes que aprender a perder, a cometer errores, y no arrepentirte de nada de lo que has hecho, porque en algún momento eso era justo lo que querías hacer, eso es lo que te lleva a ganar.

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